Centro / Ciudad Vieja
Cien años de historia guarda el Centro Histórico de Puerto Vallarta que nos enamora con sus espectaculares atardeceres en la costa del Pacífico. Es por ello que el mes pasado fue declarado por la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco como Patrimonio Cultural. Por otra parte, la cajeta de Sayula recibió la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial debido al tradicional proceso de producción de este dulce de leche, según informó el diario oficial estatal. El Casco Antiguo de Puerto Vallarta es un lugar único, donde el tiempo perdura gracias a sus calles adoquinadas, con fachadas blancas y tejas rojizas. Con este nombramiento se garantiza que su belleza arquitectónica permanecerá intacta.
Malecón y playas
La vista de la inmensidad del Océano Pacífico y las esculturas que actúan como signos de puntuación en el recorrido, hacen hipnótico el paseo por el Malecón de Puerto Vallarta, cuyo nombre oficial es Paseo Díaz Ordaz. El arte, la cultura, la gastronomía, la historia y la inmensidad de la Bahía de Banderas se dan cita a lo largo de los 1.300 metros de la arteria más importante de la ciudad, escoltada por su larga hilera de palmeras.
Una opción es comenzar en el histórico Hotel Rosita, una de las casas históricas más antiguas de Puerto Vallarta en la ciudad que ha recibido visitantes desde 1948 y que tuvo a Liz Taylor y Richard Burton entre sus invitados más famosos, mientras se proyectaba la película La Noche de la Iguana. Siendo disparado
La colección de esculturas en bronce de diferentes artistas, que encontrarás en tu camino, comenzó a instalarse en 1960 y cada cierto tiempo cuenta con nuevas e interesantes incorporaciones. Entre los artistas representados se encuentran Mathis Lidice, Ramiz Barquet, Jonás Gutiérrez, Aníbal Riebeling, Carlos Espino, Alejandro Colunga y Sergio Bustamante, entre otros. Una de las esculturas más famosas del malecón y una de las más antiguas es “El niño del caballito de mar”. Ubicado cerca del antiguo faro, es una réplica de la obra original creada por Rafael Zamarripa (la original fue llevada al mar durante una tormenta y el mismo artista hizo la réplica más grande).
Al caminar no debes perder de vista el piso, pues está adornado con hermosos motivos huicholes. Y, a la altura de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, hay que hacer un pequeño desvío para ver el Anfiteatro de Los Arcos.
Una vez terminado el Malecón, con el interés artístico ya encendido, puedes cruzar el Río Cuale y continuar hacia la Zona Romántica donde se ubica este pequeño barrio de aires bohemios y gay friendly, lleno de cafés, restaurantes, tiendas y galerías de arte.